6 efectos del estrés en la salud (y cómo gestionarlo)

El estrés tiene consecuencias devastadoras para nuestra salud, pero gestionarlo de forma más sana es posible. Te damos 4 claves para superarlo.

Que levante la mano quien nunca haya experimentado estrés. ¿Hay alguien que se sienta aludido? Si es así, que nos comparte su receta con todos nosotros…
Todos hemos sufrido de estrés en algún momento de nuestra vida si es que no es ya una constante en nuestro día a día. Vivimos, aunque a veces sin quererlo, en un mundo de prisas.

6 consecuencias de vivir estresado

En el artículo de hoy hablaré de qué es el estrés, cómo gestionarlo para prevenir el daño que puede causar en nuestro cuerpo y mente, como ganar peso, mala distribución de la grasa corporal e incluso despertar enfermedades.

Los síntomas del estrés

Algunos de los síntomas más comunes de estrés son, pero no se limitan a:
  • Dolor de cabeza
  • Falta de concentración
  • Problemas con el sueño
  • Fatiga
  • Ansiedad
  • Depresión
  • Dolor en el pecho
  • Desordenes en el apetito (comer demasiado o tener apetencia)
  • Náuseas
  • Pérdida de la libido

1. El estrés incrementa el apetito

Cuando estamos estresados empiezan a aparecernos antojos, y podríamos comer y comer más allá de lo que normalmente no tendría llenos y satisfechos. Es como si nuestro estómago de repente tuviera un agujero negro sin fin.
Con el tiempo, el estrés crónico o episodios frecuentes de estrés podrían ser la causa de la ganancia de peso. La comida es algo fácil y reconfortante a la que acudir cunado nos sentimos estresados y definitivamente sabe bien y nos es placentero en ese preciso y efímero instante.
Pero ese momento se pasa rápido, mientras que el estrés aún sigue agarrándote de la mano, es por eso que lo que debes hacer es enfocarte en maneras que no involucren comida de lidiar con él. Algunas de ellas te las presento un poquito más abajo.

2. Incrementa el riesgo de cardiopatías y muertes relacionadas con ellas

Cuando el estrés aparece, tu corazón se acelera, tu presión arterial aumenta y empiezas a respirar más rápido y menos profundo. Esto no tiene repercusión grave en el organismo cuando se trata de una situación puntual, ya que cuando ésta pasa todo vuelve a su normalidad.
El problema aparece cuando este mecanismo está encendido durante un tiempo prolongado (ya sea el estrés causado por el trabajo o una relación de pareja no demasiado saludable). Es entonces cuando el riesgo de fallecer debido a una cardiopatía aumenta, ya que el organismo está constantemente en tensión y forzando sus posibilidades.
Y aquí estamos todos incluidos, aunque nunca hayamos sufrido de enfermedades de corazón. Los niveles de estrés pueden escalar tan alto que sin previo aviso pueden dejar cicatrices en nuestra salud e incluso la muerte. Es por eso que es tan importante controlar los niveles de estrés y tomar precauciones para bajarlos cuando empiezas a sentirte alborotado.

3. Empeora los problemas de salud ya existentes y crea malos hábitos

La Asociación Americana de Psicología, señala que las circunstancias estresantes llevan a adoptar hábitos de estilo de vida precarios, como el fumar, beber o comer constantemente.
¿Cuantas personas conoces que en un momento de estrés necesitan hacer un “break” para encender un cigarrillo? ¿A cuantos conoces a quienes les gusta salir de trabajo e ir a tomar una copa para evadirse del largo día? ¿Sabes de alguien que se zamparía un pastel entero si tuviera la ocasión solo por calmar su ansiedad después de un día estresante?
Ya conoces los riesgos que esto conlleva – cáncer, cardiopatías, obesidad, diabetes… Hay muchísimas enfermedades que podríamos relacionar con el estrés si lo miramos así.
Estos hábitos están al abasto de muchos, y son muy difíciles de resistir cuando el mundo se nos viene encima. Mantente fuerte y haz algo que te ayude a mantenerte sano. Encontrarás los mismos efectos reconfortantes y tendrás la satisfacción de que no dañaste tu salud ni tendrás nada por lo que sentirte culpable.
Salir a caminar con un amigo o toma una clase de yoga te puede ayudar enormemente a desestresarte más que ir al bar de nuevo a tomar otra cerveza. Si esto es lo que sueles hacer por costumbre, céntrate en cambiar esta rutina.

4. El link (casi) directo al cáncer

Se han realizado muchos estudios a lo largo de los años para determinar la incidencia que tiene el estrés en la aparición de cáncer. No hay nada conclusivo, pero sabemos que el estrés incrementa la inflamación y que puede llevarnos a seguir malos hábitos, dos factores que facilitan el crecimiento de células tumorales.
Algunos estudios recientes muestran evidencia de que el estrés estimula el crecimiento y la difusión del cáncer, y que en algunos casos, incluso revierte el progreso de su tratamiento.
Un estudio sobre el cáncer de mama, mostró que el estrés podría alterar la respuesta inflamatoria anti-tumoral que ayudaría a prevenir el crecimiento del tumor en sus estadios primeros. Este mecanismo podría verse revertido e incluso operar en contra ayudando a que las células tumorales se desarrollaran.
Nuestra mente y cuerpo son uno, y el estrés también puede ser un conglomerado de pensamientos negativos que se pueden manifestar a nivel físico, que puede localizarse en una área específica del cuerpo que soporta estrés (cervicales) p mantiene un bloqueo energético.

5. Hace que aparezca la grasa abdominal

¿Sientes que te está saliendo barriguita? Esto puede estar causado por estrés. La grasa alrededor del abdomen se ha relacionado particularmente con resistencia a la insulina, enfermedades cardiovasculares e inflamación crónica.

6. Debilita el sistema inmune

¿Cuantas veces has tenido una reunión importante, has pasado por temporada de examines o vivido una situación tensa y duradera acompañada de un resfriado? Esto es gracias al estrés.
El estrés crónico hace que tus defensas se debiliten, facilitando la infección de lo que sea que esté a tu alrededor. Si tu cuerpo está bajo estrés pequeños intrusos, (bacterias y virus) tiene las puertas abierta para entrar en tu cuerpo y enfermarte.

Cómo gestionar el estrés

En la vida, no podemos controlar todo lo que nos llega, pero podemos controlar la manera en la que reaccionamos frente a ello, y crear una estrategia para gestionar el estrés.
Si te estresas solo con leer la lista de contraindicaciones cuando uno sufre estrés, hay cambios que puedes realizar para mitigarlo, aunque no tengas en tus manos el poder para cambiar la situación.

Tiempo para parar

Tómate un tiempo para ti y tus pensamientos. Es algo que no puedes obviar si quieres controlar tus niveles de estrés. En un mundo con tanto movimiento y tantos inputs que nos llegan día tras día, necesitamos momentos de silencio y solitud para enraizarnos. Apartados de nuestra pareja, hijos y amigos.
Para mi la meditación es una pieza clave en mi serenidad. Es uno de los mejores regalos que nos podemos dar cada día, pues hace que el resto del día sea más eficiente y me sienta mejor.
No necesitas 1hora o 30 minutos, empieza por 10-5 minutos de silencio contigo y ojos cerrados, centrándote con tu respiración, inhalando durante 8 segundos por la nariz, reteniendo el aire por 6 segundos más, y exhalándolo de Nuevo por la nariz durante 12 segundos. Verás como este ejercicio transformará tu manera de enfocar el día o cualquier problema o reto que se presente.
También puedes salir a pasear con música en tus auriculares, leer un libro en una habitación tranquila, escribir en tu diario o ponerte a cocinar si es algo que te gusta. Lo importante es que hagas algo que disfrutes, sin nadie más alrededor, sin más estímulos (televisión o ordenador) o ruido de fondo.
Encuentra estos momentos en tu día.

Yoga

Mi medicina desde hace años. Puedes incorporar el yoga en tus momentos de parón, puedes atender a una clase, seguir unos videos de YouTube o una App desde tu móvil en tu casa.
El yoga te ayuda a alinearte con tu respiración, con tu cuerpo, y mantiene tu atención en realizar las poses y movimientos correctamente, con lo que conlleva que estés en el presente, en el aquí y ahora, y todo el estrés se disuelve. Lo mejor de todo es que esta sensación perdura contigo por horas.

Tiempo con los amigos

Por muy conectados que estemos a través de las redes sociales, esto no cuenta en favor de pasar momentos al lado de tus amigos. La interacción cara a cara con tus amigos te ayuda a desvanecer tensiones, hacer un reset y mantenerte libre de estrés.

Gratitud

Si estás persiguiendo un objetivo, un propósito – una nueva vida – con tan solo parar y agradecer lo que ya has logrado y tienes en tus espaldas es una manera de cambiar tu perspectiva y sacarte del modo “más-más” empujado por el estrés.
Esto no quiere decir que debas dejar de trabajar tu día a día para conseguirlo, pero si recordarás que igual de importante es respirar el aroma de las rosas que se presentan en los campos de tu camino, y tener una visión más calmada.
Fuente : cuerpomente

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